Catedral De Sens: La Primera Catedral Gótica De Francia

La catedral de Sens, oficialmente conocida como Catedral de San Esteban (Cathédrale Saint-Étienne de Sens), es una de las obras arquitectónicas más tempranas y representativas de la arquitectura gótica en Europa. Situada en la ciudad de Sens, en la región de Borgoña-Franco Condado, Francia, esta imponente estructura fue iniciada alrededor del año 1130, en un contexto donde el estilo románico todavía predominaba en la construcción religiosa europea.

La riqueza histórica de la catedral de Sens va mucho más allá de su arquitectura. En el siglo XII, Sens era la sede de un poderoso arzobispado con jurisdicción sobre varias diócesis importantes, incluyendo París. Esto refleja la preeminencia religiosa y política que la ciudad mantenía en aquella época. Así, la construcción de una catedral de tal envergadura respondía no solo a necesidades litúrgicas, sino también a una afirmación de poder por parte del clero local.

La catedral de Sens ocupa un lugar crucial en la historia del arte medieval ya que es la primera gran catedral construida en estilo gótico, anterior incluso a la de Notre-Dame de París. Su edificación marca un punto de inflexión en la evolución arquitectónica de Europa occidental. La transición del románico al gótico aparece aquí de forma temprana, incorporando elementos estructurales innovadores como los arbotantes, los soportes articulados y las bóvedas de crucería, que permitirían posteriormente las altas naves y los grandes ventanales característicos del estilo gótico.

Arquitectura de la catedral de Sens

A nivel arquitectónico, la catedral de Sens presenta una planta basilical de tres naves, crucero y cabecera con girola y capillas radiales. Este diseño, aunque todavía arraigado en modelos románicos, deja entrever las aspiraciones verticales propias del nuevo estilo gótico. Las bóvedas sexpartitas, una solución estructural adoptada también en la catedral de Notre-Dame de París, fueron empleadas en la nave central, distribuyendo mejor el peso y permitiendo muros más esbeltos.

La fachada occidental conserva tres portales ricamente decorados con esculturas que representan escenas del Antiguo y el Nuevo Testamento, destacando el Juicio Final en el portal central. Los capiteles, dinteles y tímpanos ofrecen una rica iconografía teológica típica del periodo, destinada a instruir a los fieles iletrados mediante imágenes de fuerte contenido simbólico. Estas esculturas manifiestan también una transición estilística hacia formas más naturalistas y expresivas, preludio del gótico clásico.

Las vidrieras de la catedral de Sens son otro de sus elementos más valiosos. Datadas en su mayoría entre los siglos XII y XIII, estas vidrieras originales —una rareza en el ámbito europeo debido a las sucesivas guerras y renovaciones que han alterado el conjunto de otras catedrales— ilustran escenas bíblicas, vidas de santos y motivos ornamentales. Los vitrales permiten bañar la nave de una luz tamizada, creando un ambiente místico y marcando la diferencia espiritual entre el espacio sacro y el mundo exterior.

Centro de poder eclesiástico y político

Durante la Edad Media, la catedral de Sens no fue únicamente un centro litúrgico, sino también un nodo fundamental en la organización eclesiástica del reino de Francia. El arzobispado de Sens tenía supremacía metropolitana sobre las diócesis de Chartres, Auxerre, Meaux, Orléans, Nevers, Troyes y, notablemente, París hasta 1622, cuando esta última fue elevada a arzobispado independiente.

Este protagonismo se manifestó en eventos históricos relevantes. Uno de los más significativos tuvo lugar en el siglo XII, cuando el arzobispo de Sens acogió al arzobispo inglés Tomás Becket durante su exilio en Francia. Becket, enfrentado con el rey Enrique II de Inglaterra, encontró refugio entre la jerarquía eclesiástica francesa y residió en Sens durante varios años. 

Además, la catedral de Sens ha sido escenario de importantes ceremonias reales. Por ejemplo, en el año 1234 fue en esta catedral donde se celebró la boda de Luis IX de Francia (San Luis) con Margarita de Provenza,

Restauraciones y conservación del patrimonio

La catedral de Sens, a pesar de haber sobrevivido a las guerras de religión, la Revolución Francesa y las dos guerras mundiales, no ha estado exenta de transformaciones. A lo largo de los siglos, diferentes campañas de restauración han buscado preservar sus elementos originales sin renunciar a mejorar su estabilidad estructural. En el siglo XIX, el influyente arquitecto Eugène Viollet-le-Duc participó en labores de restauración en Sens, dentro de su programa general de recuperación del patrimonio medieval francés.

Fruto de estos esfuerzos, el conjunto arquitectónico actual conserva buena parte de su trazado original, aunque también presenta añadidos posteriores de estilo gótico tardío y elementos renacentistas. Por ejemplo, la torre sur de la fachada no fue finalizada hasta el siglo XVI y presenta una decoración más acorde con los cánones renacentistas.

La sacristía de la catedral aloja el tesoro episcopal, uno de los más ricos de Francia, con piezas litúrgicas, relicarios y textiles de gran valor histórico y artístico. Entre sus joyas destaca una túnica atribuida a Tomás Becket, objetos de orfebrería medieval y manuscritos iluminados, todo ello testimonio material de la larga tradición espiritual de Sens.

¿Qué ver en la catedral?

Al llegar, impresiona su fachada occidental, decorada con esculturas originales que datan de la Edad Media. El portal central muestra escenas del Juicio Final, una representación típica del estilo gótico que todavía conserva detalles notables a pesar del paso del tiempo. En el interior, la mirada se eleva hacia el sistema de bóvedas y arcos apuntados, característicos del gótico primitivo, que aportan una sensación de verticalidad y luz.

Uno de los elementos más destacados son las vidrieras del siglo XIII, entre las más antiguas de Francia. Estas ventanas de colores intensos representan escenas de la Biblia, episodios de la vida de santos y pasajes litúrgicos, con un nivel de detalle que todavía asombra por su riqueza iconográfica y por el buen estado de conservación de muchos de sus paneles.

El coro y la girola ofrecen un recorrido entre columnas esbeltas, mientras que el transepto, coronado por un impresionante rosetón, conecta con una de las joyas más apreciadas del templo: el tesoro de la catedral. Esta sala alberga una de las colecciones de arte sacro más importantes del país, con relicarios medievales, ornamentos litúrgicos, piezas de orfebrería y antiguos manuscritos. Cada objeto es testimonio del peso espiritual y político que tuvo Sens durante siglos.

Finalmente entre las capillas laterales, llama la atención la que contiene la tumba del Delfín de Francia, hijo del rey Luis XV, que falleció en el siglo XVIII. 

Cómo llegar

La Catedral de Saint-Étienne de Sens se encuentra en el centro de la ciudad de Sens, en la región de Borgoña-Franco Condado, al norte de Francia. Su dirección exacta es Place de la République.

Si vas a vistar este lugar desde París, la opción más rápida es tomar un tren desde la estación Gare de Paris-Bercy hacia Sens. El trayecto dura entre 55 minutos y 75 minutos. Desde la estación de tren de Sens, la catedral está a unos 10 minutos a pie.Si decides ir en coche, llegarás en aproximadamente 1 hora y 30 minutos, tomando la autopista A6 en dirección sur desde París y luego saliendo por la D606 hacia Sens.