El Tratado De Verdún: El Reparto Del Imperio Carolingio

Redacción

Carlos el Calvo (izquierda(, Lotario I (centro) y Luís el Germánico (derecha) dividiendo el imperio Carolingio durante el tratado de Verdún

El Tratado de Verdún es uno de los hitos más significativos de la historia medieval europea, pues supuso la fragmentación definitiva del Imperio Carolingio tras la muerte de Carlomagno. Firmado en agosto del año 843, este acuerdo entre los tres nietos del emperador selló la división de una de las estructuras políticas más poderosas de la Europa occidental y sentó las bases para la configuración futura de Francia y Alemania. Comprender el Tratado de Verdún implica analizar sus antecedentes, conocer el reparto del territorio y comprender las consecuencias que tuvo a largo plazo para la geografía política europea y para el propio ideal imperial de la Edad Media.

Carlomagno y el Imperio Carolingio

Antes de adentrarnos en los detalles del Tratado de Verdún, es preciso recordar la figura de Carlomagno (742-814), rey de los francos y emperador desde el año 800. Bajo su mandato, el imperio alcanzó una extensión territorial sin igual en la Europa occidental desde la caída del Imperio Romano de Occidente. Carlomagno logró someter grandes extensiones desde los Pirineos hasta las fronteras danesas, incluyendo Italia y partes de Europa Central. Además, supo consolidar la autoridad imperial y el cristianismo, apoyándose en la reforma eclesiástica y cultural conocida como el Renacimiento carolingio.

Mapa imperio carolingio en su máxima extensión en el año 842 d.C.
Mapa imperio carolingio en su máxima extensión en el año 842 d.C.

La muerte de Carlomagno en 814 supuso el inicio de una época de incertidumbre. Su hijo, Luis el Piadoso, fue el heredero único, pero la cuestión de la sucesión permanecía sin resolver. El derecho germánico favorecía el reparto del patrimonio entre los hijos, mientras que el ideal romano-ocidentalis promovía la conservación de la unidad imperial. Este choque tensionó la política carolingia durante décadas.

Las luchas dinásticas

Luis el Piadoso (778-840) intentó mantener la unidad del imperio, pero la presión de sus hijos condujo a la inestabilidad. Originalmente, en el Ordinatio Imperii de 817, estipuló que su hijo mayor, Lotario I, sería emperador, y sus hermanos Luis el Germánico y Pipino de Aquitania recibirían territorios, pero bajo la primacía imperial de Lotario. No obstante, Pipino de Aquitania moriría antes que su padre y en su lugar se nombró como sucesor a Carlos el Calvo, su cuarto hijo fruto de su segundo matrimonio.

Representación de Luís el Piadoso. Autor: Rabano Mauro. Biblioteca Apostolica Vaticana.
Representación de Luís el Piadoso. Autor: Rabano Mauro. Biblioteca Apostolica Vaticana.

A partir de los años 830, los enfrentamientos entre los hermanos y Luis el Piadoso se intensificaron, conducidos tanto por la ambición personal como por el interés de los nobles de cada territorio. A la muerte de Luis, en 840, estalló una guerra civil entre Lotario, Carlos el Calvo y Luis el Germánico, cada uno respaldado por facciones nobiliarias e intereses regionales.

En 841, la batalla de Fontenoy marcó un hito crucial en este conflicto. Lotario fue derrotado por la coalición de sus dos hermanos, Luis y Carlos, lo que debilitó su posición como primus inter pares. Un año después, en 842, se pronunció el famoso juramento de Estrasburgo, considerado uno de los primeros textos escritos en las lenguas vernáculas posteriores al latín (francés antiguo y alto alemán antiguo), reflejando ya la evolución cultural y lingüística de los futuros reinos.

La firma del Tratado de Verdún

El Tratado de Verdún se firmó en agosto de 843 en la ciudad de Verdún-sur-Meuse, localizada en la región de Lorena. Los tres hermanos acordaron entonces dividir el extenso Imperio Carolingio en tres partes diferenciadas, cada una asignada a uno de los nietos de Carlomagno. Este acuerdo no solo significó el cese de las hostilidades, sino que representó el primer paso hacia la configuración de los futuros estados nacionales europeos.

Lotario I, como emperador, recibió la parte central del imperio, conocida como Lotaringia, que se extendía desde el mar del Norte hasta Italia, incluyendo los territorios de los Países Bajos, Alsacia, Lorena, Borgoña y gran parte del norte de Italia, incluyendo la ciudad de Roma. Este vasto, pero heterogéneo, territorio fragmentaba la unidad política y cultural, lo que lo hacía especialmente vulnerable en el futuro.

Luis el Germánico obtuvo los territorios orientales del imperio, que correspondían en su mayor parte a las tierras que luego conformarían el reino de Alemania, con el territorio comprendido entre el Rin y el Elba, incluyendo Baviera y Sajonia.

Carlos el Calvo fue el beneficiario de la parte occidental, el llamado reino de Occidente. Este territorio comprendía la mayoría de lo que en el futuro sería Francia, incluyendo Aquitania, Neustria y la Septimania, aunque con importantes enclaves fronterizos potencialmente conflictivos.

Consecuencias

El Tratado de Verdún tuvo efectos inmediatos sobre la estabilidad del mundo carolingio. Puso fin, temporalmente, a las luchas intestinas entre los nietos de Carlomagno, pero a costa de fragmentar el imperio y crear tres entidades políticas diferenciadas. Esta división no fue una simple partición geográfica, sino que sentó las bases para la aparición de tradiciones políticas, jurídicas y culturales diferentes en los reinos occidentales, centrales y orientales.

En Occidente, bajo Carlos el Calvo, se consolidó progresivamente lo que sería el reino de Francia. En Oriente, el gobierno de Luis el Germánico favoreció el desarrollo de instituciones y costumbres que derivarían en el reino de Germania y, posteriormente, en el Sacro Imperio Romano Germánico. La zona central, Lotaringia, resultó ser la más inestable y objeto de múltiples disputas entre Francia y Alemania, convirtiéndose en un foco de conflictos que se prolongarían durante siglos.

Desde el punto de vista político, la unidad imperial carolingia quedó irremediablemente perdida. El ideal de un imperio universal de Occidente, impulsado por Carlomagno y legitimado por la Iglesia, fue sustituido por la práctica de la descentralización feudal. El poder real disminuyó frente a la progresiva autonomía de la nobleza local, preludio del auge del sistema feudal europeo.

Si te ha gustado el post, por favor, compártelo:

1 comentario en «El Tratado De Verdún: El Reparto Del Imperio Carolingio»

Los comentarios están cerrados.

Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.