El Cantar de Roldán es una de las obras literarias más importantes de la Edad Media y la primera gran epopeya escrita en lengua francesa. Este poema narrativo, que forma parte del ciclo de la materia de Francia, relata la heroica muerte de Roldán, caballero de Carlomagno, en la batalla de Roncesvalles (778). A lo largo de los siglos, ha sido objeto de numerosos estudios y adaptaciones, consolidándose como un referente fundamental en la literatura medieval europea.
Origen y contexto histórico
El Cantar de Roldán se compuso entre finales del siglo XI y principios del XII. Su versión más antigua conservada se encuentra en el manuscrito de Oxford, fechado alrededor de 1100. Aunque se basa en un hecho histórico real, la derrota de la retaguardia del ejército de Carlomagno en los Pirineos, la obra transforma el episodio en una narrativa de gran carga simbólica y heroica.
Históricamente, la emboscada de Roncesvalles fue perpetrada por vascones, pero el Cantar la atribuye a un ataque de los musulmanes, reflejando el contexto de la Reconquista y la propaganda cristiana de la época.
estructura y Argumento
El Cantar de Roldán cuenta con más de 4.000 versos divididos en laisses (estrofas de longitud variable con rima asonante). Su estructura sigue el modelo de la epopeya medieval, con una clara división en tres partes: la traición de Ganelón, la batalla de Roncesvalles y la venganza de Carlomagno.
La historia comienza cuando Carlomagno, tras largos años de guerra en la península ibérica, asedia la ciudad de Zaragoza, gobernada por el rey musulmán Marsilio. Este, viendo la superioridad del ejército franco, idea un plan para salvar su reino y envía emisarios a Carlomagno con una oferta de paz falsa. Aconsejado por su sobrino Roldán, el emperador acepta enviar un embajador para negociar.
Durante la elección del emisario, Roldán propone a Ganelón, su padrastro, lo que este interpreta como un intento de deshacerse de él. Lleno de resentimiento y rencor, Ganelón acepta la misión, pero una vez en Zaragoza, conspira con Marsilio. Le revela al rey musulmán que la mejor forma de vencer a los francos es atacar la retaguardia del ejército cuando Carlomagno regrese a Francia. Como parte del acuerdo, Marsilio promete acabar con Roldán y sus hombres.
Siguiendo el plan de Marsilio y Ganelón, Carlomagno retira sus tropas de España, dejando a Roldán al mando de la retaguardia, junto a su fiel amigo Oliveros y el arzobispo Turpín. Cuando el ejército franco avanza hacia los Pirineos, los sarracenos emboscan la retaguardia en el desfiladero de Roncesvalles.

A pesar de estar en gran desventaja numérica, Roldán y sus caballeros combaten con valentía. Oliveros le aconseja que toque su oliphant (cuerno de guerra) para avisar a Carlomagno y pedir refuerzos, pero Roldán, movido por el orgullo y el sentido del honor, se niega a hacerlo. Solo cuando la derrota es inevitable y casi todos sus hombres han caído, decide tocar el cuerno con tal fuerza que revienta sus propias sienes.
Antes de morir, Roldán intenta destruir su espada Durandal golpeándola contra una roca para evitar que caiga en manos enemigas. Sin embargo, la espada es indestructible. En su último acto, se encomienda a Dios y fallece como un mártir cristiano.
Carlomagno, al escuchar el sonido del oliphant, regresa con su ejército, pero llega demasiado tarde para salvar a Roldán. Al encontrar su cuerpo y los de sus hombres, jura venganza y persigue a los sarracenos. Con la ayuda divina, los francos derrotan a los musulmanes dejando a Marsilio herido de muerte y su reino queda destruido. Respecto a Ganelón este es arrestado y llevado a juicio en la corte de Carlomagno. Tras un proceso donde intenta justificar su traición, es declarado culpable y condenado a una muerte brutal: es descuartizado por cuatro caballos.
Temas principales
El Cantar de Roldán refleja valores caballerescos como la lealtad, la valentía y el honor. También aborda la traición, encarnada en la figura de Ganelón, cuya envidia y deslealtad lo llevan a traicionar a Roldán a los sarracenos.
Otro elemento clave es la religión: la lucha entre cristianos y musulmanes se presenta en términos de una guerra santa, con Carlomagno como el defensor de la fe. Además, el destino y la predestinación juegan un papel central en la narrativa, reforzando la idea de que Roldán muere como un mártir.
Personas principales del Cantar de Roldán
Roldán
Héroe principal de la epopeya, es un caballero valiente y leal, sobrino de Carlomagno y comandante de la retaguardia del ejército franco. Su orgullo y sentido del honor lo llevan a no pedir ayuda hasta que es demasiado tarde, lo que provoca su trágica muerte en la batalla de Roncesvalles.
Carlomagno
Rey de los francos y emperador de Occidente, representa la figura del monarca justo y cristiano. A lo largo del poema, es retratado como un líder sabio que busca expandir la fe cristiana y vengar la traición sufrida por Roldán.
Ganelón
Caballero franco y padrastro de Roldán, es el gran traidor de la historia. Movido por el rencor y la envidia, conspira con los musulmanes para tender una emboscada al ejército de Carlomagno. Su traición es descubierta y finalmente castigada.
Turpín
Arzobispo guerrero que combate junto a Roldán en la batalla de Roncesvalles. Representa la fusión entre la fe y la lucha armada, simbolizando la cruzada cristiana contra los musulmanes. Su papel es fundamental en la glorificación del sacrificio de Roldán.
Marsilio
Rey musulmán de Zaragoza, es el líder de las fuerzas sarracenas que se enfrentan al ejército de Carlomagno. Su alianza con Ganelón y su papel en la emboscada lo convierten en un antagonista clave en la historia.
Influencia y legado
El Cantar de Roldán influyó en la literatura medieval europea, inspirando otras obras como el Poema de Mio Cid en España. Además, estableció el arquetipo del caballero heroico que sacrifica su vida por su rey y su fe.
El impacto del Cantar de Roldán también se extiende a las artes y la cultura popular. Ha sido adaptado en óperas, novelas e incluso películas. La figura de Roldán aparece en diversas manifestaciones artísticas, consolidándose como un símbolo de la épica medieval. Asimismo, su estructura y temática han servido de modelo para otras canciones de gesta que surgieron en diferentes países europeos.
En el siglo XIX, el auge del medievalismo y el romanticismo reavivó el interés por el poema, con estudios que lo reivindicaron como una pieza clave del patrimonio literario europeo. En la actualidad, sigue siendo objeto de análisis académicos y una referencia esencial para comprender la literatura de la época.