El Tratado de Capdepera, firmado el 17 de junio de 1231, es un evento crucial en la historia de Menorca, marcando el final del dominio almohade y el inicio de la influencia aragonesa en la isla. Este tratado, surgido tras la conquista de Mallorca por Jaime I de Aragón, establece las bases de un nuevo orden político y económico en Menorca. A través de una ingeniosa táctica de presión, Jaime I logró la rendición pacífica de la isla, evitando un conflicto directo y garantizando la estabilidad en la región. A continuación, se exploran los antecedentes, desarrollo y consecuencias de este tratado histórico.
Antecedentes Históricos
A principios del siglo XIII, las Islas Baleares estaban bajo el control del Imperio Almohade, un vasto imperio musulmán con su centro en el norte de África. Tras varios intentos fallidos de sus predecesores, Jaime I de Aragón emprendió una campaña militar decisiva para conquistar Mallorca, motivado por intereses económicos y territoriales. Esta conquista, caracterizada por su violencia y determinación, resultó en la masacre y esclavización de la población musulmana de Mallorca, mientras que muchos otros huyeron a Menorca o al norte de África.
Estrategias Diplomáticas y Militares
Después de consolidar su control sobre Mallorca, Jaime I se enfocó en Menorca. La isla estaba gobernada desde Medina Menurka (actual Ciudadela) por el gobernador Abdala Mohamed y su almojarife Utman Said, un destacado poeta y líder militar. En 1231, Jaime I envió un mensaje a los líderes de Menorca, exhortándolos a rendirse para evitar una invasión violenta. Las negociaciones, lideradas por Utman Said, fueron complejas y prolongadas, pero finalmente se aceleraron gracias a una ingeniosa táctica de Jaime I.
Para aumentar la presión, Jaime I ordenó encender grandes hogueras en la costa norte de Mallorca, simulando la presencia de un enorme ejército preparado para invadir Menorca. Esta demostración de fuerza persuadió a los líderes musulmanes de Menorca a buscar un acuerdo.
El Tratado de Capdepera
Las negociaciones culminaron en la Torre de Miquel Nunis (en lo que más tarde sería el Castillo de Capdepera), donde el 17 de junio de 1231 se firmó el Tratado de Capdepera. Según los términos del tratado, Menorca se convertía en un reino taifa vasallo del reino de Aragón. Los menorquines acordaron pagar tributo anual a Aragón y permitir la presencia de un contingente de soldados aragoneses en su capital. A cambio, se les garantizó autonomía y protección bajo la soberanía aragonesa.
Consecuencias del Tratado
El tratado tuvo profundas repercusiones en la estructura política y social de Menorca. Abu Abdala Mohamed, el gobernador original, fue destronado tres años después por su almojarife Utman Said, quien estableció una corte brillante y un régimen basado en la estricta observancia de la ley islámica. Said mantuvo fielmente los términos del tratado con Aragón, asegurando la paz y estabilidad en la isla.
Sin embargo, la historia política de Menorca continuó siendo tumultuosa. Tras la muerte de Jaime I en 1276, la soberanía de Menorca pasó a su hijo Jaime II de Mallorca, desvinculándose así de Aragón. Esta transición marcó el inicio de un periodo de tensiones políticas y militares en la región, con Menorca jugando un papel estratégico en las rivalidades entre Aragón y otros poderes mediterráneos.
La Conquista Final de Menorca
En 1286, Alfonso III de Aragón, buscando consolidar su poder en las Baleares, emprendió una campaña militar para conquistar Menorca. El 17 de enero de 1287, desembarcó en Mahón con un ejército de veinte mil soldados. Las fuerzas de Menorca, compuestas en su mayoría por mercenarios tunecinos, fueron derrotadas, y el rey taifa de Menorca se rindió en el castillo de Santa Àgueda.
La rendición marcó el fin del reino taifa de Menorca y su integración definitiva en la corona de Aragón. La familia real menorquina fue autorizada a partir hacia África con algunos de sus bienes, pero trágicamente, su barco naufragó, resultando en la muerte de todos a bordo.