Otón IV: El único emperador guelfo del Sacro Imperio

Redacción

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Retrato de Otón IV, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.

Otón IV fue una figura clave en la historia del Sacro Imperio Romano Germánico. Su reinado, que se extendió desde 1209 hasta 1218, estuvo marcado por conflictos con el papado, disputas dinásticas y enfrentamientos con Francia. Su singularidad radica en haber sido el único emperador proveniente de la Casa de Welf, en una época dominada por la Casa de Hohenstaufen. Su gobierno representa uno de los episodios más turbulentos del medievo europeo, donde la lucha por el control del Imperio alcanzó su punto más álgido.

Los primeros años y el ascenso al trono

Nacido en 1175, Otón IV era hijo de Enrique el León y Matilde de Inglaterra, lo que le otorgaba un linaje ilustre tanto en Alemania como en Inglaterra. Su infancia transcurrió en la corte inglesa, donde fue criado bajo la protección de su abuelo materno, Enrique II de Inglaterra, y de su tío Ricardo Corazón de León. Esta relación con la corona inglesa sería determinante en su carrera política posterior.

Tras la muerte del emperador Enrique VI en 1197, el Sacro Imperio Romano Germánico se vio sumido en una crisis sucesoria. La falta de un heredero claro provocó una disputa entre dos facciones: los güelfos (Casa de Welf o Casa de Baviera), que apoyaban a Otón IV, y los gibelinos (casa de los Hohenstaufen), que respaldaban a Felipe de Suabia, hermano del fallecido emperador.

Otón fue elegido rey de Alemania en 1198 con el apoyo de los príncipes guelfos y de su tío Ricardo, quien le proporcionó recursos militares y financieros para consolidar su posición. Sin embargo, su reinado fue disputado desde el inicio, ya que Felipe de Suabia fue proclamado rey por otro sector de la nobleza alemana, dando inicio a un largo período de inestabilidad.

La lucha por el poder

El conflicto entre Otón IV y Felipe de Suabia derivó en una guerra civil que se prolongó hasta el asesinato de Felipe en 1208. La desaparición de su principal oponente permitió a Otón consolidar su posición y, un año más tarde, fue coronado emperador en 1209 por el papa Inocencio III, tras haber realizado concesiones en las cuales dejaba en manos del papado la elección de los obispos alemanes y la entrega de todos los ingresos de las sedes vacantes con las que se había nutrido el tesoro imperial.

Pintura al oleo representa al papa Inocencio III teniendo una visión relacionada con San Francisco de Asís, el fundador de la Orden de los franciscanos.
El Papa Inocencio III teniendo una visión sobre San Francisco de Asís. Pintura de Manuel de la Cruz (Museo del Prado).

Sin embargo, Otón pronto entró en conflicto con el papado al intentar expandir su influencia en Italia tratando de recuperar ciudades como Espoleto y Ancona. Su campaña en la península itálica lo llevó a enfrentarse directamente con los intereses del papado y de la Casa de Hohenstaufen, lo que provocó su excomunión en 1210. Inocencio III, quien había sido un aliado estratégico en su ascenso, se convirtió en su mayor enemigo y promovió la candidatura de Federico II de Hohenstaufen al trono del Sacro Imperio Romano Germánico. Esto debilitó aún más la posición de Otón, quien perdió apoyo entre los príncipes alemanes y comenzó a ver su poder erosionado.

La derrota y el exilio

Otón IV intentó mantener su autoridad enfrentándose a Francia en la batalla de Bouvines en 1214, un conflicto que resultó desastroso para él. Derrotado por las fuerzas de Felipe II de Francia, su poder en Alemania se debilitó considerablemente. La batalla de Bouvines no solo consolidó el poder de la monarquía francesa, sino que también selló la suerte de Otón, quien perdió el apoyo de muchos de sus aliados alemanes.

En 1215, Federico II fue coronado rey de Alemania, marcando el declive definitivo de Otón. Sin posibilidades de recuperar el trono, se retiró a sus dominios en Brunswick, donde pasó sus últimos años apartado de la vida política y sumido en el ostracismo. Finalmente, falleció en 1218, dejando tras de sí un legado de enfrentamientos políticos y militares que marcaron la historia del Sacro Imperio Romano Germánico.

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