Castillo De Kerak: Una Fortaleza Cruzada en Jordania

Redacción

ruinas del Castillo de Kerak

El Castillo de Kerak, también conocido como Crac de Moab, es una de las fortalezas medievales más impresionantes y significativas del Próximo Oriente. Situado en la actual Jordania, este castillo tuvo  un papel fundamental en las Cruzadas y en la lucha por el control de Tierra Santa.

Ubicación estratégica

El Castillo de Kerak se alza imponente a 930 metros sobre el nivel del mar, dominando la antigua ciudad de Al-Kerak en el centro-sur de Jordania. Su ubicación sobre un promontorio montañoso ofrece una visión panorámica de las rutas comerciales entre Damasco y Egipto, así como del Mar Muerto y las tierras que rodean Moab. Este emplazamiento fue elegido precisamente por su valor estratégico: controlaba el paso de caravanas y ejércitos entre el norte y el sur de la región, asegurando la vigilancia sobre las vías más transitadas y actuando como un baluarte defensivo contra amenazas tanto locales como extranjeras.

Durante el período de las Cruzadas, el control del castillo de Kerak fue crucial en la lucha por la hegemonía de la región. Era, junto al castillo de Montreal (Shobak), uno de los principales bastiones de los cruzados en el llamado señorío de Transjordania, uno de los feudos del Reino de Jerusalén. Desde estos castillos se organizaban ataques y se ejercía presión sobre las rutas musulmanas, amenazando tanto a La Meca como a Damasco, lo que convirtió a Kerak en un objetivo prioritario para los ejércitos islámicos.

Historia

El origen del Castillo de Kerak se remonta al siglo XII, cuando el rey de Jerusalén, Fulco de Anjou, expropió el señorío de Transjordania a Román de Le Puy acusado de tracción y se lo entregó a  Payen el Mayordomo, quien inició su construcción en 1142, con el objetivo de sustituir el castillo de Montreal, el cual ofrecía una menor capacidad defensiva. 

La fortaleza de Kerak estaba destinada, desde sus orígenes, a resistir largos asedios. Sus almacenes y depósitos de agua, excavados en la roca, garantizaban suministros ante cualquier ataque prolongado. El diseño del castillo seguía el modelo occidental, con gruesas murallas de piedra, torres semicirculares y un elaborado sistema de fosos y puertas fortificadas..

A lo largo del siglo XII y XIII, el castillo fue objeto de varias ampliaciones y refuerzos. Destacan los trabajos realizados por el controvertido Reinaldo de Châtillon quien utilizó Kerak como base de operaciones para sus incursiones contra caravanas musulmanas y para lanzar amenazas incluso contra las ciudades santas del islam, La Meca y Medina.

El asedio de Saladino

Uno de los episodios más célebres de la historia del Castillo de Kerak es el asedio impuesto por Saladino en 1183. Este gran líder musulmán, decidido a poner fin a las provocaciones cruzadas y a restablecer el control sobre las rutas sagradas, reconoció la amenaza que suponía Kerak para los intereses islámicos. El asedio, que coincidió con la celebración de una boda en el castillo, se ha convertido en un episodio legendario, testimoniando tanto la ferocidad de la guerra como el código de honor que a veces regía el comportamiento de los jefes militares de la época. Según diversas crónicas, Saladino ordenó que no se atacara el pabellón donde tenía lugar la ceremonia nupcial.

No obstante, el asedio de 1183 fue solo el preludio de un asedio más prolongado y encarnizado. Tras la derrota cruzada en Hattin y la posterior caída de Jerusalén en 1187, la defensa de Kerak se mantuvo, comandada por el ambicioso Reinaldo de Châtillon. Sin embargo, la falta de refuerzos y suministros llevó a la capitulación del castillo a finales de 1188. La toma de Kerak supuso un duro golpe para los cruzados, pues perdían su último baluarte en Transjordania y el control sobre las rutas interiores del reino.

Arquitectura

El castillo se compone de siete niveles que descienden hacia los muros exteriores, permitiendo una eficaz defensa en profundidad. Sus murallas alcanzan hasta 30 metros de altura y están reforzadas por torres circulares y rectangulares que permitían la colocación de proyectiles y máquinas de asedio.

Uno de los elementos más llamativos del castillo es el gran salón abovedado de la época cruzada, concebido como almacén y refugio para la guarnición y la población civil en caso de ataque. Este espacio subterráneo está iluminado por estrechas troneras que facilitaban tanto la ventilación como la defensa ante guerras de asedio.

El complejo sistema de cisternas y aljibes, excavado en la roca, garantizaba la autosuficiencia en agua durante largos periodos de encierro. Las mazmorras y estancias subterráneas atestiguan la función polivalente del castillo a lo largo de los siglos, sirviendo de prisión, arsenal y almacén de víveres.

arquitectura castillo de kerak
Estado actual del castillo de Kerak. Fotografía de Paul Arps

 

Tras la era cruzada, los ayubíes y los mamelucos realizaron reformas sustanciales. Fortalecieron los muros, edificaron nuevas torres y adaptaron el castillo a las nuevas armas de asedio, como los trabuquetes y, posteriormente, la artillería de pólvora. La impronta arquitectónica mameluca es especialmente visible en algunos de los portones y elementos decorativos del castillo.

A día de hoy, el Castillo de Kerak constituye uno de los principales atractivos turísticos de Jordania. Su imponente silueta domina la ciudad moderna de Kerak. El Ministerio de Turismo de Jordania ha promovido la restauración y conservación de la fortaleza, facilitando el acceso a visitantes de todo el mundo que desean revivir la fascinante epopeya de las Cruzadas y contemplar el impresionante paisaje desde las alturas del castillo.

Cómo llegar

Para llegar al castillo de Kerak desde Amán, dirígete primero a la Estación Sur de autobuses (Mujemma Al‑Janub), donde encontrarás minibuses que parten hacia Al‑Kerak. El viaje dura alrededor de dos horas y la tarifa es muy económica . Al llegar a la estación sal por la puerta principal y avanza por la calle que sube hacia la colina durante un kilómetro y medio, lo que te llevará unos veinte minutos a pie; si prefieres no caminar, en la misma estación puedes tomar un taxi que te deje justo frente a la entrada del castillo en pocos minutos .

Como alternativa más flexible, puedes alquilar un coche en Amán y salir por la Ruta del Rey (Autopista 35), recorriendo unos ciento veinticinco kilómetros en aproximadamente una hora y media; al llegar a Kerak, sigue las indicaciones hacia el castillo, donde encontrarás varios espacios de aparcamiento junto a la puerta principal

 

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