La artillería real francesa asediando la ciudad de Burdeos. Ilustración de Jean de Wavrin, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons
Europa > Francia > La Batalla De Castillon Y El Final De La Guerra De Los Cien Años
La Batalla de Castillon tuvo lugar el 17 de julio de 1453 en las proximidades de la localidad de Castillon-la-Bataille, cerca de Burdeos y marcó el desenlace de la Guerra de los Cien Años entre los reinos de Francia e Inglaterra. Más allá de su importancia militar, la Batalla de Castillon supuso un hito en la evolución de las tecnologías bélicas y en la consolidación del poder real francés sobre las tierras de Aquitania.
El conflicto que desembocó en la Batalla de Castillon tiene su origen en la larga disputa dinástica entre las casas reales de Inglaterra y Francia, desencadenada en 1337. Durante más de un siglo, los monarcas ingleses mantuvieron vastas posesiones en suelo francés heredadas de antiguas alianzas y matrimonios, especialmente en la región de Aquitania. Sin embargo, el avance de las fuerzas francesas y la revitalización del sentimiento nacionalista bajo figuras como Juana de Arco pusieron a los ingleses a la defensiva a partir de mediados del siglo XV.
A inicios de 1453, la situación inglesa era precaria. Tras la derrota en la reconquista de Normandía y el progresivo desgaste financiero y militar, Enrique VI y sus comandantes afrontaban el reto de mantener Burdeos y sus alrededores, las últimas posesiones bajo su dominio. La ciudad de Castillon, situada a orillas del río Dordoña, se convirtió en el último bastión importante del ducado de Aquitania.
Fuerzas militares
El mando inglés se encontraba bajo la dirección de John Talbot, primer conde de Shrewsbury, veterano comandante con gran experiencia en las campañas continentales. Con aproximadamente 6.000 hombres, Talbot intentó recuperar la iniciativa ante el avance francés. Por su parte, el ejército francés estaba dirigido por Jean Bureau, un ingeniero militar experto en artillería y logística y su hermano Gaspar como jefe de artillería. Las estimaciones modernas sitúan la fuerza francesa en torno a los 10.000 efectivos, reforzados por una artillería abrumadora para la época.
Retrato de Jean Bureau, imagen de Jacques Grignon en Museo Carnavalet, Public domain, via Wikimedia Commons
Uno de los elementos más revolucionarios en la Batalla de Castillon fue precisamente el uso extensivo de cañones y armas de fuego. Jean Bureau dispuso decenas de piezas en fortificaciones improvisadas, empleando técnicas que transformaron el campo de batalla en favor de las fuerzas francesas.
Desarrollo de la batalla
En una hábil estrategia militar Jean Bureau ordenó a su ejército oriental que marchara hacia la ciudad de Castillon y la pusiera bajo asedio obligando a Talbot a abandonar su plan inicial de atrincherarse en Burdeos para resistir un eventual cerco. Sin embargo, la noticia del sitio cambió por completo sus planes: abandonó la seguridad de la ciudad y partió con sus tropas hacia Castillon, decidido a liberar la plaza antes de que fuera demasiado tarde.
En la mañana del 17 de julio de 1453, John Talbot marchó hacia Castillon con la esperanza de socorrer la ciudad, y en algún momento creyendo erróneamente que el ejército francés estaba en retirada, lanzó una ofensiva directa contra el campamento enemigo. Esta decisión, influida en parte por desinformaciones y la falta de reconocimiento adecuado del terreno, resultó fatal.
El asalto inglés se encontró de inmediato con el fuego devastador de la artillería francesa, situada tras robustas empalizadas. Los cañones, manejados con pericia por los artilleros de Bureau, causaron estragos entre las filas inglesas incluso antes de que pudieran acercarse a la línea de defensa enemiga.
En el transcurso del asalto, Talbot fue derribado de su caballo y finalmente abatido, lo que desmoralizó a las tropas inglesas. Las cargas sucesivas no lograron romper las defensas francesas, y la llegada de refuerzos enemigos, incluyendo contingentes de caballería comandados por el duque de Bretaña, acentuó el desastre. Las bajas inglesas ascendieron a varios miles de hombres, mientras que las pérdidas francesas fueron considerablemente inferiores.
Consecuencias
La muerte de John Talbot y la derrota catastrófica en Castillon supusieron la pérdida definitiva de Aquitania para Inglaterra. Tras la batalla, la ciudad de Burdeos quedó aislada y sin posibilidad de recibir refuerzos durante su asedio. Este desenlace marcó el fin de la Guerra de los Cien Años, sellando la supremacía francesa sobre su territorio. A pesar de pequeñas escaramuzas posteriores, los ingleses conservaron únicamente Calais en suelo continental, enclave que también sería perdido posteriormente en 1558.
La Batalla de Castillon resultó ser la primera gran victoria en la historia militar europea atribuida principalmente al uso de la artillería de campaña. Las tácticas de Jean Bureau quedaron como ejemplo de la transición entre la guerra medieval y la moderna, relegando progresivamente el protagonismo de la caballería pesada frente a las armas de fuego.
La derrota inglesa en Castillon aceleró la crisis interna del reino de Inglaterra. La pérdida de las tierras continentales, sumada al descrédito de la corona y al endeudamiento por la prolongada guerra, fueron factores determinantes en el estallido de la Guerra de las Dos Rosas, el cruento conflicto civil que fracturó la nobleza inglesa durante décadas.
En Francia, el fin de la guerra permitió a Carlos VII consolidar la monarquía y emprender profundas reformas administrativas, fiscales y militares. La recuperación de la Guyena y el resto de territorios del sudoeste supuso el nacimiento de una Francia más cohesionada, con un poder real fortalecido que sentó las bases del Estado moderno.
